Este restaurante chino es un refugio de tranquilidad frente a la locura de gente que suele haber en el centro de Ca'n Picafort en pleno verano.
Está situado en una zona más tranquila,donde se puede huir del escándalo de los múltiples cutre-conciertos de diferentes hoteles y restaurantes.
El personal es encantador,educados y muy amables.
La comida riquísima,raciones generosas con muy buen sabor.
Nosotros no comemos carne,y hay varios platos para elegir.Escogimos los rollitos de primavera vegetales,los tallarines fritos y el tofu con verduras(el mejor tofu que hemos probado hasta el momento!)
Totalmente recomendable!!