Tuvimos la oportunidad de alojarnos en este establecimiento gracias a un regalo que nos hicieron de una Caja Dakota.
Hicimos una escapada a Asturias en pareja y lo reservamos en el último momento, tan solo dos días antes. No hubo problema y nos confirmaron todo por email.
A pesar de los comentarios que pude ver después de ya tener la reserva, lo cual me dejaron muy en duda el acierto de este Hotel, acabamos muy contentos.
La habitación amplia, limpia, cama comoda, el baño todo correcto con sus artículos de regalo.
Pero lo mejor el desayuno al día siguiente. Comedor con vistas espectaculares al Sella. Tostadas, croissant a la plancha, mermeladas, mantequilla, aceite de oliva virgen extra, café rico y zumo natural, todo muy bueno.
Cabe destacar la atención y amabilidad de la chica que nos sirvió (perdón pero no nos quedamos con el nombre)Muy atenta en todo momento e incluso nos quedamos un rato hablando con ella de la zona y consejos de la misma.
En resumen; un lugar acogedor en el que poder pasar un buen fin de semana.
Covid: Con expendedores de gel en las entradas, el servicio del desayuno con mascarilla. El hombre de la entrada NO utilizaba, aunque no tuvimos trato con el.