Parador de última generación, situado en un lugar de belleza incomparable a tres kilómetros del pueblo costero de Begur, en plena Costa Brava. Personal agradable, atento y esmerado. Disponen de un buen restaurante

Fué el regalo de Reyes para mi pareja, y resultó todo un acierto. Un lugar encantador en un entorno paradisíaco, disfrutamos del glamour que destilan sus paredes, del deleite de sus desayunos, comidas y cenas y de la vista de crucero desde la ventana de la habitación.

Una de las mejores opciones e Begur.
Localización inmejorable, las vistas...
Super tranquilo, habitaciones amplias y con vistas al mar.

Las zonas comunes son espectaculares, en cualquier rincón puedes sentarte viendo la costa.
Lo unico negativo gas que en Recepción preguntamos Restaurantes de la zona y no supieron decirlo ninguno!! Creo que en todo Hotel, parte delo trabajo del recepcionista mas poder recomendar o por lo menos informo de los Restaurantes de la zona. Aparte intentamos pedir Room service y no hubo manera de que contestasen al tele3fono....finalmente bajado a picar algo a la cafetería y era un caos, solo un camarero para atender una infinidad de mesas, el hombre no daba a basto.

Repetiremos seguro!