Estuvimos de visita el fin de semana en Mindo y llegamos a este encantador hotel, que está a un par de kilómetros del pueblo de Mindo. La atención personalizada de su dueña Ana y el joven Cristián en la recepción fue excelente, siempre estuvieron atentos y muy serviciales para atender nuestras preguntas sobre ligares a visitar en los alrededores. Las habitaciones están muy limpias, con mucha luz y camas cómodas. Las vistas desde la terraza de las habitaciones hacia las montañas es increíble. Vamos a volver siempre que podamos. Nos llevamos un grato recuerdo. Este hotel es altamente recomendable. Ahhh y el desayuno buenísimo con varias opciones para escoger.
- Estacionamiento gratis
- Restaurante