A pesar de haber ido al Valle en varias ocasiones anteriores por periodos cortos de tiempo nunca me había quedado en este simpático hotel de unas 22 habitaciones pero con una trayectoria de más de 70 años. Las habitaciones son amplias pero con poco mobiliario y el baño ha sido remodelado y lo encuentro adecuado. Tiene incluido el desayuno y es bastante completo. El restaurante y bar ofrecen comida y bebidas hasta las 9 pm. Es buena y a buen precio. El único problema son los tiempos. Todo es un poco lento pero compensan con la buena voluntad del personal y su disposición a ayudar. Adicional tiene una piscina con agua de río según me dicen, aunque un poco fría. El área verde es muy amplia para juegos. Hay también un sendero de 1.5 km que es un entretenimiento para chicos y grandes. Las pendientes son pequeñas y algunas piedras sueltas por lo que los de la tercera o cuarta edad deben tener cuidado. Donde se venden los boletos para el sendero hay una oficina de una fundación para el cuidado y preservación de la rana dorada y de hecho tiene 8 que pueden ser apreciadas. El precio del sendero es $4 por persona y si estás hospedado en el hotel pagas $2.
Este hotel es una buena opción para un viaje especialmente familiar.