El restaurante pertenece a un hotel y normalmente, no me gustan los restaurantes de hoteles porque se presupone que dan buena comida de calidad y a precios altos, en este caso nos gustó el menú que pedimos de 30€.
Fuimos al restaurante sin reserva previa y nos pusieron en unas mesas que estaban puestas en el exterior, en el paseo marítimo. El lugar era perfecto ya que veíamos la playa, aunque se levantó viento fresco.
Los camareros que nos atendieron eran amables, competentes y serviciales.
En el menú había entrantes que eran poca cantidad y lo único que no nos gustó fueron las croquetas de queso y jamón, pero éste último no apareció por ellas. También, se notaban muy aceitosas.
Los calamares a la romana estaban muy buenos y poco aceitosos, y lo malo es que había poca cantidad para el precio del menú. El plato principal era una paella típica de Palafrugell con carne y marisco. Estaba bien de sabor, aunque era algo sosa para mi gusto.
Los postres eran algo escasos y pagando 30€ por menú deberían haber más opciones y algo más de calidad.
Relación calidad/precio/servicio es de 7 el restaurante.