Un hotel con encanto para quedar encantado, no solo del hotel, sino de toda la zona.
El hotel es precioso, la atención tanto por parte de la recepción como de las camareras del desayuno y la cena es exquisita. Los desayunos, geniales, y la cena (32 euros por pax) muy decente y con una puntuación de casi notable. El SPA es muy pequeño pero al ser de uso "privado" (max. 4 persona en grupo) es mas que de sobra. La limpieza de todo el hotel es excelente.
En contra: falta una escalera en el Jacuzzi (que esperamos ya esté construida para cuando volvamos :) ) y las almohadas demasiado "blandas" para nuestro gusto.
El colchón, en cambio, es perfecto!!.

¡NO TE QUEDES AQUÍ! Ya puedo ver que el Director Òscar Portela siempre tiene una respuesta a las malas críticas aquí, en lugar de tomarlas de manera constructiva y mejorar las operaciones del hotel y la capacitación del personal.
Nos alojamos en la suite de 2 dormitorios, y pagamos 450€, un precio muy alto para la vergüenza que pasamos.
El recepcionista ALBERT fue COMPLETAMENTE grosero. Hablé con CLAUDIA por la mañana - que fue SÚPER educada - (resaltar este detalle, porque ella es la que merece un buen review aquí) sobre cenar el domingo por la noche y si podríamos ducharnos antes de cenar después de pasar el día en la playa. Revisó el horario del spa y dijo que podíamos hacerlo en caso de que ningún huésped lo estuviera usando. Regresamos de la playa y encontramos Albert, este tipo grosero en la recepción. Pedí una toalla para ir a la piscina. La piscina estaba llena así que decidimos ir al Spa. El Spa estaba cerrado, así que le preguntamos si podía abrir para nosotros. Fue a abrir para nosotros diciendo que no podíamos usarlo en caso de que estuviera en uso. Abrió y dijo que podíamos entrar. Usamos el Spa (pequeña piscina y sauna) antes de ir a la ducha. El llegó al Spa después de 3 minutos gritándonos que teníamos que pagar 50€ si queríamos quedarnos. En primer lugar, no hablas así a los huéspedes. Debe ser lo suficientemente civilizado y entrenado para ser cortés con un huésped y decirnos las reglas del lugar en lugar de gritarnos. Salimos a recoger nuestras cosas mientras nos gritaba que llamaría a la policía si no salíamos del lugar en 5 minutos, e incluso decía “Recuerden que tengo sus maletas”. Luego fuimos a recoger nuestras cosas con él a la recepción y me recibió diciendo “Así que ya están listos”, de una manera muy sarcástica. Mientras buscaba las llaves del auto en mi mochila, me decía “No te preocupes, no robé nada”. Y cuando íbamos a ir a recoger el coche, me dijo “te lo cargo en tu tarjeta de crédito”. Amenazado y tratado tan mal, tantas veces. Paso al menos 3 meses al año viajando a los mejores hoteles y para los “fieles clientes” que menciona Òscar Portela en su respuesta y para los nuevos huéspedes, les digo: ¡ALÉJATE DE ESTE LUGAR! PEOR EXPERIENCIA EN MI VIDA!

Muy buen hotel. En un lugar muy bonito, junto a calas muy bonitas de la Costa Brava. Instalaciones muy bien cuidadas y la habitación muy grande y funcional, con terraza privada. Personal amable. El desayuno muy variado y de calidad... zumo de naranja natural !! . Volveremos!!