Esta ubicado de tal forma que conectas fácilmente con el pueblo de Torroella de Montgrí , pero intramuros es un remanso de paz y tranquilidad, rodeado de preciosos jardines y lleno de encantadores rincones con encanto. El hotel es un antiguo palacio del s. XIV lo que le llena de un aire especial,de un lujo del pasado, estar en él es como un viaje en el tiempo, ésto en ocasiones se traduce en algún desconchado, roce, raspadura u otro deterioro (no vital) fruto de los años, pero que se superan con alegría al poder respirar este ambiente.
La habitación escogida era muy amplia y el baño aún más, disponía de una bañera doble con hidromasaje.
La comida de media pensión nos pareció correcta sin más, aunque la bebida va aparte, y el desayuno por seguridad, no es buffet , te lo sirven todo en una bandeja a la mesa, para mí mejor.
Destaco el trato muy amable y servicial de todo el personal y la limpieza, a pesar de la antigüedadMás
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis