La playa merece 5 estrellas, un verdadero paraiso de colores, nunca vi algo tan hermoso en colombia
El servicio del pasadia es muy basico, la comida del almuerzo horrible, pescado frito seco y sin sabor. Cocktail de benvenido, un vaso pequeño de agua con sabor a juguito.
Cuidado al piloto de lanchas, se creen Pablo Montoya del mar y con el oleaje el recurrido de regreso es muy feo.
Lo peor? La señora Angelica, esposa del dueño del sitio. Super engreída, se ve que tiene orígenes muy humildes y se cree no se quien solo porque maneja el negocio de la familia del esposo.
Imaginate, el plan que compré tenia incluido el utilizo de la ducha pero la señora se acercó y nos dije no pueden utilizar el agua para quitarse la arena, la isla no tiene bastante agua ! Una groseria increibleMás
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