Habitación cuádruple amplia y renovada: el dormitorio principal, con vistas al mar, cama gigante, escritorio, TV; en el otro dormitorio no había ni una triste silla, ni TV. El lavabo es anticuado y perdía agua. Hasta 3 tarjetas tuvieron que activarnos porque la cerradura no funcionaba. Tampoco la calefacción. 3 personas de mantenimiento subieron a lo largo de la tarde (además de nuestros viajes a recepción y llamadas). Las lámparas sobre las camas tampoco funcionaban.
El agua del spa está fría, fallan chorros y hay espacios cerrados (por 7 euros tampoco puede pedirse mucho, vale). El parking es caótico (lleno y sin control alguno, coches mal aparcados...), nos ofrecieron otro, a unos 300 metros teniendo que regresar a oscuras por la carretera. La piscina se ve bien pero me parece pequeña para tanto hotel.
Las vistas son impresionantes y tiene acceso directo al camino de ronda y calas. Hay varias salas y espacios con sofás cómodos y vistas al mar y terrazas. Desayuno y cena correctos.
De la decoración no voy a decir nada, sobre gustos.... pero el hotel necesita una renovación ya (escaleras irregulares, puertas que no cierran...) Da la impresión que no dan abasto a solucionar incidencias (la persona de mantenimiento recibió varias llamadas estando en nuestra habitación para acudir a otros clientes)
Después de haber pagado por una noche 4 personas MP 258 euros (spa aparte) y de todas las molestias y tiempo perdido, aún pensaba que "me perdonarían" los 14.60 de 2 botellines de agua y una botella pequeña de vino de la cena, pero no...