Estuve unos días alojado en el hotel, y he de decir que quedé muy decepcionado porque no me hayan cambiado la fecha de llegada de julio a agosto, cosa que no hicieron porque mi tarifa era no reembolsable. Bien, era no reembolsable pero era 150 euros más cara que las cancelables que están ofertando últimamente por 5 noches, y era no reembolsable porque la reservé antes del Covid. Por culpa del Covid ustedes no ofrecen ni la mitad de servicios que ofrecían cuando yo hice la reserva, y me tuvieron hasta los últimos días pendiente de si abrían o no, y yo dependiendo de vuelos y todo eso. Finalmente abrieron justo el día de mi llegada, maldita mi suerte. Les pedí cambiar las fechas para agosto, pero las disculpas del Covid sólo son válidas para justificar sus carencias, cuando los huéspedes les solicitan su apoyo, no tienen el mínimo interés en solucionar las cosas. Así premian a quienes queremos hospedarnos allí sí o sí reservando con mucha antelación. Que sepan que el socorrista que estuvo el sábado 18 estuvo riñendo a la gente que llegaba a la piscina a las 17h, porque decía que él se iba a las 18h y tenía que recoger todo, que fuésemos antes, decía. Al día siguiente, había una persona lavando su mascarilla de tela en la piscina, delante de ese socorrista, y no le dijo nada. El hotel no está mal, pero los colchones y los baños están bastante anticuados. El desayuno repetitivo. Gracias a mi experiencia con este hotel, en mi vida volveré a ningún sitio de hotel, sino de casa rural con piscina privada. Hasta nunca, hoteles!