Estuvimos alojados dos noches, el hotel reúne todos los condicionantes para pasar unos días relajantes, que era nuestra intención, el personal, desayuno, habitación ... todo muy bien, pero.....,hay un pero, en el recinto del Hotel, enfrente de la piscina existe un restaurante, la tranquilidad del Hotel se altera desde la apertura hasta el cierre del mencionado Restaurante, en ningún sitio , avisa de la existencia del Restaurante, o no lo supe ver

Este hotel boutique tiene un encanto especial,mimado,cuidado al detalle. Se respira un ambiente de relax y elegancia. Todo sumamente limpio,decoración preciosa. Nuestra habitación se encontrada en la planta segunda,destacar la ropa de cama de gran calidad,lo acogedora que era la habitación y la coordinación de colores,nos encantó!!! El desayuno muy completo,al detalle no faltaba de nada. Agradecer la atención de la Sra.Isabel,tan maravillosa y atenta,nos hizo una estancia muy agradable donde no nos faltó de nada,siempre tan amable. A pesar de no tener recepción,nos encanto el hotel y su funcionamiento.

Hemos estado tres días en Casa Vincke, invitacion de cumpleaños de mi marido y hijos. Si quieres desconectar, tienes que ir a este pequeño y encantador hotel, la recepcionista Isabel, es encantadora, y dispuesta para que no te falte nada. Soy celíaca, el desayuno fantástico, así como la habitación, y limpieza. Volveremos