Ubicación preciosa, te duermes con el sonido del mar, del restaurante que decir?? Pues Borja y su equipo nos han tratado como reyes, y les estamos a muy agradecidos.
Después de un paseo nocturno frente al mar, a nuestro regreso el sereno nos ha recibido con una enorme alegría, se ve que están contentos de lo que hacen y el resultado es altamente positivo.
Y que decir de los productos elaborados por ellos mismos (vinos, aceites, verduras) vamos muy linda experiencia súper recomendable !!!!!

Cada año vamos a este restaurante , tuvimos un problema hace un par de años con.la paella pero les dimos otra oportunidad ya que un mal dia lo tiene cualquiera
Mi sorpresa fue que fuimos a la fosca a pasar un dia com mi pareja , como siempre primero entramos para reservar mesa para 2 .
Cuando entre para reservar el personal estaban comiendo , muy educadamente les dije si podian reservarme para 2 , me dijeron que no sabian si hacian o no comidas para los no huespedes de la fonda, me espere a que saliera " un hombre que representa que era el encargado", sin ninguna gana me dijo que vale que viniéramos y si teniamos mesa perfecto y si no nos tendriamos que esperar .
Evidentemente me extraño un martes mediodía sin las aglomeraciones del finde
Me lo dijo con una prepotencia y poca amabilidad fuera de lugar.
No fuimos a comer allí , y al pasar por delante estaba vacío .
Fuimos al restaurante pujol ( esta al lado ) un gran descubrimiento , amables , buena comida y el restaurante lleno .
Solamente quiero dar las gracias al restaurante la fosca por darme la oportunidad de conocer al restaurante pujol .


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Fuimos 5 amigos a comer porque el lugar tiene encanto, todo lo contrario al restaurante.
Para empezar la mitad de las sombrillas están rotas, y son incapaces de arreglarlas en temporada alta.
Después nos dicen que las raciones son copiosas, “raciones” sin sabor, llenas de especias y la guarnición más grande q el ingrediente principal, el calamar seco y duro, auténtico plástico.
Y para finalizar una fideuá que parecía masa para hacer cemento, sin sabor y además pasadísima de cocción.
El servicio tarde, mal y sin ningún tipo de ilusión hacia su trabajo.
Nada más terminar de comer nos fuimos, sin tomar café ni postre, algo inaudito con las vistas y la posición que tienen en la playa.
Viven del turismo extranjero que no sabe de gastronomía ni de calidad a la hora de buscar un restaurante y van al primero que hay.