Llegue al hotel, me asignaron una habitación. Cuando volví de comer, me dijeron que esa habitación se la habían asignado a alguien más y que me tenían que cambiar. Ya mis cosas estaban organizadas en la habitación original y me tocó igual cambiarme. Pregunté si la otra habitación era igual, y me dijeron que si. Obviamente ese no fue el caso. La llave sin llavero, la chapa dañada. La habitación pequeñita y sin ventanas. En fin. Un desaste. La verdad si no hubiera visto las otras habitaciones de pronto no me sentiría tan mal. Si de quedan aquí, manténganse lejos de la 406 (supongo que todas las xx6 son igual de malas). Más
- Estacionamiento gratis
- Restaurante
- Gimnasio
- Spa