Llegamos en carro desde Quito fuimos a pasar la noche del 2 de Noviembre junto con mi enamorada por motivos de nuestro aniversario. Un lugar romántico y acogedor. Los jardines impecables, las suites limpias y lujosas, el servicio de restaurant muy bueno, y la hospitalidad de la familia Cruz nos hizo sentir como en casa. Nos hospedamos en la suite Chimborazo, tenia vista a los jardines frutales de la hacienda, nos gusto las camas amplias y el baño moderno con varios chorros de agua! De seguro volveremos pero por más días, nos encanto esta experiencia cerca de Quito rodeado de naturaleza y tranquilidad.