En términos generales este hotel campestre es una buena opción para descanso familiar, no para entretenimiento u otro tipo de actividades. El sitio es campestre y muy tranquilo, lo que ofrece un buen descanso, sin embargo le hace falta mejorar las instalaciones para ofrecer actividades recreativas.
El servicio es bueno, no es el servicio de un hotel convencional regido por un estándar de atención. En este caso, el personal es del lugar, son muy amables y cordiales, aunque no tengan una formación de servicio al cliente.
La comida es cocina típica bien hecha. No hay un menú, cada día se ofrecen dos opciones de plato por comida.
Por último, las habitaciones son cómodas, agradables y sencillas. No obstante, las instalaciones deberían mejorar en términos de seguridad para reducir el riesgo de accidentes para los niños, ya que las barandas no son adecuadas para ellos.Más
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