Fuimos en auto (camino ripiado bueno y sencilo) hasta el mirador del Glaciar Calluqueo, que es una atracción extrañamente no muy promocionada. El camino es precioso y la vista al llegar es muy difícil de describir. Gracias a Nela del Hotel ültimo Paraíso por habernos recomendado su visita

El Padre Agostini quien fue uno de los primeros en recorrer y fotografiar la Patagonia, hizo un registro de este lugar impresionante hace muchos años.
Salimos de Puerto Bertrand con picnic para poder visitarlo. El camino no es muy bueno, pero está siendo reparado por personal del ejército.
El glaciar se ve desde un mirador y está acompañado por dos montañas a las que llaman los mellizos.
Es un lugar muy bonito, imponente y vale la pena visitarlo.

Estar a pocos metros de un glaciar, sobre una pequeña playa, con tus niños jugando de manera segura al lado del rio que nace en el seno del glaciar mismo, con la posibilidad de tomar con sus manos pequeños trozos de hielo que arrastra el agua hasta la orilla. No tiene precio. S bien no pudimos hacer el trekking sobre el Calluqueo por ser nuestros niños aun pequeños, la agencia nos ofreció esta alternativa maravillosa. En medio de la misma un pequeño servicio que supera por lejos con cosas simples la clásica bebida espirituosa con hielo del glaciar que se ofrece en otros ventisqueros y glaciares mucho más renombrados en actividades similares.
Excelente la atención de los guías, destacando a Rody, quien nos acompañó durante toda la excursión.
Imperdonable, inexcusable no realizar este paseo si se visita Cochrane...