Una experiencia muy especial. Viajé a Ecuador para acudir a la boda de una amiga y aproveché para conocer el país, y ha sido todo un descubrimiento. No era mi primera vez en las Américas ni en la Amazonía, pero ha sido de las experiencias más especiales, no solo por lo especial de estar en la Selva y profundizar en el conocimiento de todo lo que puede ofrecer, que es impresionante, sino también por las personas tan maravillosas que me he cruzado en el camino.
En Anaconda Lodge he podido disfrutar de una inmersión en la Amazonía auténtica y disfrutar durante 5 días de actividades para profundizar en el conocimiento de la Amazonía y disfrutar de sus maravillas, caminatas por la selva primaria, caminatas nocturnas, y conocer la cultura kichwa y su medicina tradicional.
Además he tenido la suerte de compartir esta experiencia y disfrutar de las actividades y comodidades que ofrece el Lodge con otros viajeros que han terminado siendo muy buenos amigos. Ha sido un regalo conocer a Francisco y Silvia los dueños de Anaconda Lodge y poder compartir vivencias, aprender de ellos y de su interesantísima vida y trayectoria. Me gustaría agradecerles el hacerme sentir siempre a gusto y en casa y por esos momentos de compartir tan deliciosos tanto por la comida como por la compañía ;). Gracias por cuidar de la Amazonía en todos los sentidos. Nos vemos pronto!

Acabo de regresar a Quito después de 3 días en Anaconda Lodge.
Necesitaba salir de la rutina de la ciudad, relajarme, dormir...reconectarme con la naturaleza....y definitivamente lo logré.
Anaconda Lodge es el lugar perfecto para relajarse...la comida es excelente...la atención de primera.
El Lodge es pequeño, hay solo unas 5 cabañas, por eso la atención es personalizada y puedes encontrar paz y tranquilidad. Los dueños Francisco y Silvia están muy atentos a cualquier necesidad tengan los huéspedes y te hacen sentir como en casa.
Definitivamente lo recomiendo.

He viajado 8 veces a la zona y esta ha sido de largo la mejor experiencia. El Lodge alberga poca gente lo que la convierte en una experiencia totalmente personalizada, algo que se valora mucho. Está ubicada en la selva y no es parte de alguna ciudad lo que te da una verdadera sensación de ser parte de la naturaleza. Estás en la misma isla donde viven familias Quichuas, a minutos del criadero de caimanes y de la zona de caminatas.

Todo es fantástico aunque lo mejor de todo es la insuperable atención de Silvia y Francisco, los mejores anfitriones del mundo que le dan al lugar un verdadero toque familiar. Su ubicación, la limpieza, la comida, el servicio, su gente…… todo hacen de este Lodge un lugar al que uno quiere regresar sin duda.

Gracias amigos por hacer de este viaje una experiencia inolvidable.