Lugar con encanto, naturaleza pura. Miradores de visita obligada. Y a nivel cultural tienes de todo (casa de las Doñas, casa del oso, Piasca, la Hermida...). Mari Cruz super atenta. Sin duda, un lugar para repetir.
Lugar con encanto, naturaleza pura. Miradores de visita obligada. Y a nivel cultural tienes de todo (casa de las Doñas, casa del oso, Piasca, la Hermida...). Mari Cruz super atenta. Sin duda, un lugar para repetir.
Estuvimos hace 8 años y nos dejó tan buen recuerdo, que este año hemos decidido volver y ha sido todo un acierto. Es una posada en un pequeño barrio de montaña, muy cerca del Puerto de San Glorio y de La Vega. La posada es una casona completamente equipada, con limpieza impoluta y decorada con mucho gusto. Muy bien comunicada con la carretera nacional. Con vistas espectaculares y una tranquilidad absoluta. Las propietarias son lo mejor de la casa, porque te hacen integrarte en la vida cotidiana de Enterrias de manera automática. Además, cocinan de maravilla. Vamos a echar de menos las cervecitas y las conversaciones en la terraza. Nos volveremos a ver seguro.
Estuvimos alojados 3 días y salimos encantados. La atención del personal excepcional, un trato muy cercano y familiar.
La comida casera, espectacular las verduras de la huerta y los postres hechos por ellos del día (tarta de cacahuete, turrón, café.... Uuumm). Tienen una terraza con vistas al valle donde puedes ver el atardecer tomando algo.
Se respetan las medidas higiénicas para el covid, y la limpieza de la habitación buena.
El paisaje precioso, puedes hacer rutas desde el mismo alojamiento.
Llegamos de noche al hotel y después de una dura jornada en las montañas, pero fue una auténtica gozada cenar en esa terraza donde corría una brisa fresquita, muy de agradecer en el mes de Agosto. A destacar, además de las vistas, la ensalada con verduras directamente de su huerta (ver como se acerca uno de los camareros al huerto, coge una cebolla y se la lleva a la cocina, no tiene precio...) y el cachopín.
La habitación era muy amplia y limpia (desinfectaron la llave antes de dárnosla, lo cual se agradece y fue el único sitio que lo hizo) y el mobiliario mas que correcto y los camareros y demás, muy agradables y acorde con la armonía que se respira en el ambiente.
Sin ninguna duda, volveremos y eso que desde Málaga no queda cerca :), pero merece la pena el viaje y el lugar.
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Dos cervezas, un nestea y un zumo de melocotón por 9.50€, juzguen ustedes mismos...
Un sitio tranquilo, muy buenas vistas, el pueblo es encantador pero evite sentarse a tomarse nada, te va a salir cara la excursión.
Maravilla de casa, paisaje, comida, anfitrionas,,, todo perfecto, además tuvimos mucha suerte con el clima, enamorada del salón con vistas a la montaña y chimenea,las habitaciones con vistas espectaculares, sensación de hogar,,,con infinitas ganas de repetir!!!!
Maravilla el haber tenido la oportunidad de conoceros , sois encantadores . Os echamos tanto de menos ... y qué decir de tu salón, ☺.
Desde el principio de vuestra llegada hasta vuestra partida nos lo disteis todo muy, muy fácil. Gracias a vosotros , besotes y abrazotes enormes .