El lugar es fabuloso: una playa a escasos metros cuyo acceso parece sacado de un cuento de hadas, jardines frondosos de vegetación y vida: hemos visto armadillos y otros pequeños mamíferos y aves.
La comida de desayuno ha sido la mejor que he tomado en un hotel de Costa Rica, y lo mismo digo del almuerzo-este ha sido mejor que casi todos los restaurantes que he visitado-.
Algunos miembros del personal son más simpáticos que otros, pero es que las expectativas en Costa Rica son muy altas.
En la piscina hay un catálogo de cocktails creativos que recomiendo probar. Y el cappuccino también sorpendentemente bueno (por increíble que parezca, no lo hacen bien en muchos sitios)
En la habitación tuvimos unos vecinos ruidosos, y la verdad es que nos vino gente de la gerencia, se disculparon y nos aseguraron que si volvía a suceder habría una habitación preparada inmediatamente para nosotros.