No conocíamos Matanzas, y por la cercanía con Santiago decidimos ir. Amplios lavaderos compartidos, equipos de frio, hielo disponible, duchas con agua caliente, baño privado.Todo lo anterior sumado a amplios sitios con sombra y mesas grandes y firmes, brasero y parrilla. Está el acceso directo a la playa por el camping. Muy acogedor y se nota la preocupación de Patricio. Volveremos sin duda. Excelente experiencia, estuvimos dos noches, dos carpas para 4 pax en dos sitios.