Estuvimos en uno de los apartamentos que ofrece Pavone Verde y no es un mal lugar. El apartamento es muy, muy lindo y la ubicación muy buena: dentro de las murallas, a pocas cuadras de la Porta Fiorentina, de la estación de tren del mismo nombre y de la terminal de micros; por otro lado, el centro histórico y el barrio medieval San Pellegrino están a pocas cuadras. Además, tiene negocios alrededor y en la plaza de enfrente se arma una pequeña feria de comestibles que vale la pena visitar.
Pero es necesario explicar lo que puse como título: “Mucha decoración y poca comodidad”.
Decoración: aquí mismo, en Trip Advisor, el apartamento se promociona como “en estilo Shabby Chic” y hay que decir que es una belleza (tal como muestran las fotos que adjunto) y muy amplio.
Vamos a la poca comodidad:
- En principio, no tiene Wi-Fi. Por suerte, había un punto de Internet enfrente. Pero nos resultaba por demás raro que hubieran gastado tanto tiempo y energía en detalles decorativos absolutamente accesorios y prescindibles, y no se hubieran preocupado por suministrar conexión a Internet.
- El colchón se hunde y dificulta el descanso. Nuevamente: hubiera sido más bienvenido, un colchón nuevo y firme que una pared decorada con calcos de flores en la cocina.
- No tiene aire acondicionado. No sufrimos esta carencia porque fuimos hacia principios del otoño. Pero nos parece que es muy a tener en cuenta para el verano.
- Las ventanas no tiene cerramiento hermético y se siente mucho el ruido del exterior.
- Al menos cuando fuimos nosotros, carecía de jarra eléctrica. No sabemos si ahora la han comprado.
- El baño tiene un pequeño tender, pero carece de broches.
- No posee tesoro.
- La puerta del dormitorio no llegaba a cerrar.
La atención fue poco profesional. Llegamos, nos abrieron, nos cobraron y nos dijeron que si necesitábamos algo, la llamáramos por celular o fuéramos arriba que estaba Carolina (creo que era la cuñada). Nosotros no viajamos con celular –por lo que se nos dificultaba mucho llamar- y cuando subimos a buscar a Carolina, nos encontramos con varias puertas, sin saber a cuál llamar. Probamos en varias, no nos contestaban…. en suma! Un incordio. Y valga destacar que Carolina nunca bajó a preguntarnos si estábamos bien o si necesitábamos algo.
En suma: si, en pos de estar en un lugar estético, bien ubicado y con toques románticos estás dispuesto a soportar las incomodides mencionadas, adelante! Si no, busca otra opción de alojamiento.